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Cabra del Camp

Una villa milenaria rodeada de fuentes naturales

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Cabra del Camp es un pueblo milenario. Se tiene constancia de su existencia desde el año 980, cuando Borell II, conde de Barcelona, dio el Castillo de Cabra y su término a Ervigio, su mujer Almentruda y su hijo Guifré. De aquel castillo, el más antiguo de la comarca, no queda absolutamente nada, así como tampoco del pasado medieval de la villa. Sus dos monumentos más destacados son su iglesia barroca de Santa María y la bodega cooperativa modernista, obra de César Martinell, artífice de la mayoría de la obra civil modernista en tierras de Tarragona. El entorno de Cabra es montañoso y desde el municipio salen varios itinerarios para descubrir una gran cantidad de fuentes, entre ellas las de Sant Crist, la de Cabarrà, la de la Salut, la de la Creu del Gall, la de Conill y la de Fontscaldetes, y para subir a las cimas de la Voltorera, el Puig de Cabdells, Els Jordans o El Cogulló y disfrutar de espléndidas vistas. 

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