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Calafell

Tierra de pescadores, inspiración de escritores

Razones no le faltan a la Costa Dorada para escoger este precioso lugar de la comarca del Bajo Penedés como punto de partida de sus veraneos. Llegamos a un enclave ideal para el turismo familiar en el que cinco kilómetros de playas de fina arena se tuestan al sol ante la atenta mirada del Paseo Marítimo. Allí, la Cofradía de Pescadores exhibe, en el antiguo varadero, el sistema que usaban para remolcar las barcas, considerado bien de interés turístico. Es un placer para los sentidos recorrer esta costa a bordo de una de las goletas del Puerto de Segur, tratando de adivinar la ubicación de una de las cuarenta barracas neolíticas que perviven entre viñedos, saludando al Monumento al Pescador o descubriendo el mapa solar que dibujan las casas de la calle Principal. También es posible en Calafell viajar gratis al pasado. Nada mejor para ello que la recreación de la Ciudadela Ibérica o asistir al Mercado Medieval en el entorno amurallado del Castillo de la Santa Creu y su iglesia románica, del siglo XI. Podemos hacer otra escala en tiempos remotos contemplando la robusta fachada de la ermita de San Miguel de Segur. Hay aquí un lugar ideal para los amantes de la lectura. El Museo Carlos Barral, antiguo hogar del famoso escritor y lugar de veraneo de grandes literatos como García Marquez. Es una de las pocas casas de pescadores que quedan intactas en el municipio. Como lo fueron las viviendas de la avenida San Juan de Dios que conviven, desde hace más de cuatro siglos, con nobles casas de indianos como La Noria, Cal Bolavá o Cal Perico. Tanto lujo no consigue eclipsar el discreto encanto de la fachada clásica del Ayuntamiento. Sobrio o exuberante, todo aquí es una delicia. Igual que típico arrosejat o que las tapas que se ofrecen en las paradas de la Ruta del Xató.

Información de contacto

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  • Web

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