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Castrillo de Duero

El 'empecinado' de Castilla y León

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Situado en el extremo más oriental de Valladolid, hace honor al gentilicio 'empecinado' de sus habitantes e insiste en mantenerse pequeño y pasar desapercibido. Enfocado plenamente por el ojo de la Ribera del Duero, recorrerlo es seguir el curso del arroyo Botijas, ponerse en forma en los senderos de los picos más altos de la provincia, el Robleñada y el Cuchillejo, deshojar la historia entre los blasones de las imponentes casonas de piedra del XVII y XVIII y empaparse de un paisaje apto para el turismo y tan vitivinícola como el resto de su comarca. Pero su identidad se revela en sus cuantiosos lugares de interés, lo que desmiente su posición discreta e inadvertida.

La conjunción del románico y el barroco de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción enamora a primera vista desde lo más alto del pueblo. Además, un yacimiento arqueológico, un puente y las fuentes de Santa María y la de Santa Marta añaden carácter romano a Castrillo. La figura de Juan Martín ‘El Empecinado’, jefe de una de las guerrillas que luchó contra la invasión francesa, invita a tres voces desde la Casa del Empecinado, el Centro de Interpretación y su estatua en la Plaza del Ayuntamiento.

Para disfrutar de una vista panorámica se puede caminar un rato en la ascensión al Pico Cuchillejo, desde el que se domina el Arroyo Botijas y se avistan los picos de la Cordillera Central.

Y si el viajero es amante de las tradiciones festivas, Castrillo ofrece sus Fiestas a la Virgen de la Asunción, la Fiesta a la Virgen de la Socorrilla, el Día de la Siega Tradicional y la Teatralización de la Boda del Empecinado, entre otros muchos eventos.