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Chinchón

El pueblo que hechizó a Goya y Orson Welles

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Visitar Chinchón es una hacer una apuesta sobre seguro. Nos encontramos en uno de los municipios más encantadores de la Comunidad de Madrid. Solo por el aire medieval que conserva su fascinante Plaza Mayor merece la pena ir a su encuentro. La plaza, con sus emblemáticos balcones de madera y soportales, vio en su día la proclamación de Felipe V como Rey de España y es hoy el corazón que vertebra la vida del municipio. Durante sus muy conocidos carnavales, la plaza encandila al visitante con su hervidero de puestos ambulantes, tenderetes y casetas de gastronomía y artesanía popular. Personajes muy ilustres han frecuentado las calles de esta villa. Como Francisco de Goya, autor de un precioso cuadro que preside el altar mayor de la Iglesia de la Asunción. Seguramente por una cuestión de familia, puesto que el capellán del templo fue durante varios años Camilo de Goya, hermano del genial pintor aragonés. Se dice de Chinchón que "tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre". No es una frase hecha ni un inocente juego de palabras. Lo podremos comprobar viendo la Torre del Reloj, otro de los emblemas del pueblo, único vestigio que quedó en pie de la primitiva iglesia de Chinchón, destruida durante la Guerra de la Independencia por las tropas francesas.

Sí, Chinchón es la cuna del licor del mismo nombre. Se trata de una variedad de anís elaborada con semillas verdes que ya se cultivaban en los campos circundantes desde el siglo XII. Sin duda, una buena copa de Chinchón hará más fácil la digestión tras disfrutar de una buena comida en alguno de los muchos y buenos restaurantes que hay en este bello municipio.

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