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Chiprana

Historia milenaria a orillas del Mar de Aragón

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Historia y naturaleza confluyen en Chiprana, situada junto al Mar de Aragón, el embalse del Ebro más grande de toda la comunidad autónoma. Son muchos los rincones que nos atrapan en este pintoresco pueblo zaragozano, en el que se suceden las murallas y las esculturas al aire libre. Sobresale entre sus edificios la Iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVIII sobre un templo anterior del siglo XIII. En su interior encontramos bellas pinturas mudéjares, una talla gótica de la Virgen con el Niño y una techumbre de madera con un espectacular conjunto heráldico del siglo XIV que es de los más importantes de Aragón.

También es barroca la Ermita de Nuestra Señora de la Consolación, edificada sobre los restos del Mausoleo Romano (siglo II d. de C.) incrustados en sus muros. De esta misma época es el yacimiento arqueológico de la Dehesa de Baños, en los alrededores del pueblo, compuesto por una gran villa rústica y termas romanas, varias necrópolis y vestigios asociados al tráfico fluvial del Ebro. El gran tesoro natural de Chiprana son las lagunas de Las Saladas, uno de los espacios más singulares de toda la península Ibérica. Cuenta con 12 ecosistemas de gran diversidad repartidos a lo largo de 154 hectáreas. Destaca la conocida como Salada Grande, la laguna salina más grande y profunda de España y única en Europa occidental por sus características físico-químicas. En el Centro de Interpretación del Herbario de las Saladas podemos conocer más acerca de este increíble espacio natural.

En las afueras del municipio aún se mantiene en pie la Torre de Mocatero, un torreón fusilero de señales construido en el siglo XIX por los carlistas, único en la historia de la ingeniería óptima militar europea. A su paso por Chiprana, el Ebro es el lugar perfecto para la práctica de deportes náuticos y la pesca deportiva de especies como el siluro y el 'black bass'.

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