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Duesaigües

Dos viaductos de vértigo y un mágico castillo

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Una de las grandes atracciones de Duesaigües son las obras faraónicas que se llevaron a cabo en este territorio a finales del siglo XIX. Se trata de dos monumentales viaductos que salvan los dos barrancos del pueblo, ambos construidos en piedra, con 14 y 9 arcadas, respectivamente. El viaducto más largo, llamado de Los Masos, ha sido declarado Patrimonio Industrial de Cataluña. Pero si algo llama la atención en este municipio es el Castillo de Escornalbou, situado a 5 kilómetros de la localidad y erigido una montaña. Su imagen actual es hija de la interpretación romántica que hizo un adinerado reusense en 1911, Eduard Toda i Güell, un mecenas que siguió las directrices modernistas para recuperar un antiguo monasterio y convertirlo en el imaginativo edificio con almenas y torreones que hoy se visita. En este mismo lugar hubo un asentamiento romano y una atalaya árabe hasta que, en el siglo XII, se construyó el monasterio junto a una ermita anterior.

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