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Fresno de Cantespino

Codornices y alfarería artesanal

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En Fresno de Cantespino se encontraron restos romanos como la fuente El Cubillo, que proporcionó agua a sus habitantes hasta el siglo XX. En Castiltierra, una de las pedanías de Fresno, hay una necrópolis visigoda que fue excavada en 1941. Los objetos que se hallaron están expuestos en el Museo Arqueológico de Madrid.

Las codornices estofadas, aparte del típico cordero lechal, son uno de los platos estrellas de la gastronomía del municipio. Tienen hasta nombre propio: Codornices a la fresnense. Se sirven fritas con cebolla, pimiento y tomate. 

Fresno se ha caracterizado a lo largo de su historia por su alfarería tradicional. Aún conserva un taller de alfarería, con arcilla rojiza de autóctona, que supone otro gran reclamo entre visitantes y residentes.

En el municipio hay que visitar la Casa de la Comunidad (s. XVIII), un viejo edificio de dos plantas, construido en piedra y ladrillo, que fue sede del Concejo y antigua cárcel. Hoy en día sirve como centro social y sede de la Asociación Conde de Candespina. Tiene una exposición permanente que muestra documentos históricos y pergaminos de la época de los reinados de Alfonso VIII, Carlos I, Sancho IV y Reyes Católicos.

La Picota, a la entrada del pueblo, es un crucero levantado sobre dos escalones. Su iglesia está dedicada a San Nicolás y es de origen románico.