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Garafía

Naturaleza en estado puro

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El norte de la isla de La Palma se ha convertido en el mejor museo para poder observar las obras de arte que la Naturaleza y el universo han sabido dibujar en los lienzos de tierra, mar y cielo. La Villa de Garafía, como si de galerías de arte se tratase, nos ofrece en su costa norte los impresionantes barrancos de Hiscaguán, piedras escarpadas y formaciones de cuevas en la roca que el océano Atlántico ha ido esculpiendo a lo largo de los años. Sobre éste, el mirador de la Reserva Natural Especial de Guelguén se convierte en el mejor observatorio para contemplar la belleza que las pinceladas de agua han dejado en el terreno.

En el interior de la Villa, la Reserva Natural del Pinar de Garafía nos permite disfrutar de un gran número de senderos que recorren los caminos volcánicos que la lava fosilizada ha diseñado con los años. Mientras que en el parque cultural de La Zarza y La Zarcita podremos descubrir la mejor exposición de yacimientos arqueológicos, hallazgos únicos que la Naturaleza mantiene frescos y vivos.

Y coronando el ‘Roque de los Muchachos’, colina más alta de la isla (2.426 metros), podremos dibujar las constelaciones uniendo los puntos brillantes que el cielo estrellado nos ofrece. Y si alguna se nos resiste, los telescopios del Observatorio Astrológico, que allí se encuentra, se convertirán en el ojo que todo lo ve. Un ojo que desde arriba también es capaz de contar uno a uno los 11 núcleos de población de los que se compone esta Villa, refugio natural de la Virgen de la Luz.

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