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Gósol

Bajo el mito del Pedraforca

Erase una vez un pueblo ligado a su mito. Gósol vive con humildad coqueta a los pies del Pedraforca, una de las montañas icono del imaginario mitológico catalán. Su perfil mágico, formado por dos cimas, hace de su presencia una referencia constante.

La población se distribuye en torno a la plaça Major, un auténtico circo de sombra y vida donde vecinos y visitantes se concentran para saborear el ambiente auténtico del Pirineo. Gósol, orientado más hacia Barcelona que a Lleida por sus mejores comunicaciones, se jacta de haber acogido, en el verano de 1906, a un joven pintor llamado Pablo Picasso. Un museo recuerda su estancia y la influencia del paisaje local en su obra. En el casco urbano se encuentra la iglesia de la Ascensión de la Virgen, con una reproducción de la talla románica que hubo en la iglesia del antiguo castillo.

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