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Labastida/Bastida

El mejor ensanche barroco de la Rioja Alavesa

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Entre los 1.271 metros del Monte Toloño y la margen izquierda del río Ebro, Labastida se presenta como la capital occidental de la Rioja Alavesa, con un casco histórico que conserva un rico patrimonio y que se recorre hasta la Ermita del Santo Cristo callejeando con gusto a pesar de las cuestas. El Santo Cristo, de origen románico, se construyó sobre el primer Castillo de Toloño, origen de la villa, nacido de los pobladores que vivían en la base de la citada cumbre.

Al igual que en otros pueblos de la comarca, el recorrido refleja cómo el esplendor de Labastida llegó entre los siglos XVI y XVII, cuando se levantó la imponente Iglesia de la Asunción en la parte media del casco histórico, frente al Ayuntamiento. Sus calles conforman el más importante ensanche barroco de la Rioja Alavesa con palacios como el de Paternina, con un curioso balcón esquinero. Labastida es pueblo de algunas de las bodegas de referencia en la comarca, como Rioja Alta o Remelluri. Ésta última, además de la clásica visita a sus calados, ofrece itinerarios por los terrenos de la granja y la ermita que la dieron nombre.

Pertenece a Labastida también la pequeña localidad de Salinillas de Buradón, pequeña villa señorial que conserva su muralla, además de casas solariegas y el Palacio de los Condes de Oñate, quienes mantienen sus sepulcros en la parroquia de la Inmaculada Concepción, del siglo XVI.