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L'Aldea

El pueblo de las cuatro torres

L’Aldea es un lugar ideal, si lo que queremos es desconectar del mundo y disfrutar de la Naturaleza. Entre los campos de secano puramente mediterráneos, como cereales y olivos, y los propios de encontrarse en el Delta del Ebro, como el arroz, encontramos una tupida gama de paisajes diferentes, perfectos para ser recorridos a pie, en bicicleta o a caballo. Los amantes de las tradiciones antiguas y vitales, como la pesca y la visita de molinos de arroz o aceite están aquí de enhorabuena. Llena de historia, L’Aldea está marcada por las cuatro torres que sobreviven a los siglos: la de Burjassénia, la de Vinaixarop, la de la Candela y la de la Ermita, cada una de un momento histórico diferente y con utilidades diferentes según las necesidades de los vecinos. Desde luego, en L’Aldea encontramos un municipio perfecto para olvidarnos del mundo actual y volver a las tradiciones.

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