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Ledesma

Antigua villa defensiva esculpida en piedra

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Ledesma es un pequeño tesoro a la orilla del río Tormes, situado en un alto, a unos 30 kilómetros de Salamanca, que destaca tanto por su patrimonio cultural como por el natural. En 1975 la población fue declarada Bien de Interés Cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, y aunque es de fácil recorrido, se ha diseñado una ‘ruta urbana’ que tiene como punto de partida el Centro de Interpretación Histórica de Ledesma, bautizado como ‘Bletisa’, nombre por el que se conocía a la localidad en época romana, ubicado en la antigua Iglesia de San Miguel.

El carácter históricamente defensivo de la localidad queda latente en los restos de la muralla que circunda el casco histórico y en el patio de armas del castillo fortaleza, levantado en el siglo XII y reforzado en el XV. Para visitarlo hay que pedir las llaves en uno de los bares de la plaza a la que da la puerta de entrada. Merece la pena subir las escalera de piedra y hacer un recorrido por lo alto de la muralla, desde donde se obtienen interesantes vistas del municipio. Junto al castillo, en medio de un pequeño parque, se encuentra el verraco que da muestras del pasado prehistórico del lugar. Otro imprescindible lugar de visita es la Iglesia de Santa María la Mayor, de origen románico y remodelación de estilo gótico hispano-flamenco, declarada Bien de Interés Cultural en 2002.

Durante un paseo por la localidad nos encontraremos con varias casas-palacio que dan fe de su pasado como villa señorial y con el Hospital de San José, convertido ahora en galería de arte. Pero si hay una estampa con la que se identifica a Ledesma es la de su puente de entrada, el llamado Puente Viejo, sobre el río Tormes. A tres kilómetros de Ledesma se encuentra el Puente Mocho, del siglo XVI, del que parte una ruta entre paisajes adehesados de unos 4 kilómetros que discurre por el antiguo camino que unía Coria y Zamora.

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