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Marchamalo

Industria y fiestas centenarias a un paso de Guadalajara

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Situado a tan solo cuatro kilómetros de la capital de la provincia, incluido en la Comarca de la Campiña de Henares, se encuentra Marchamalo, municipio que ha aprovechado esta cercanía para modernizar su infraestructura y ofrecer los mejores servicios, que no tienen nada que envidiar a los de la capital vecina. El río Henares limita uno de sus lados, aportando un aire fresco a su ambiente, lo que agradecen quienes recorren sus calles repletas de historia, en las que se hallan sus construcciones representativas, como la Picota, monumento que refleja la lucha permanente de los marchamaleros por decidir su futuro, o el Palacio de Ramírez de Arellano, del siglo XVI.

En la misma plaza del pueblo preside una amplia explanada la Iglesia de la Santa Cruz, construcción de estilo mudéjar toledano, levantada en el siglo XVI sobre los restos de otra anterior. La Ermita de la Soledad, del siglo XVII es la única que permanece en pie en el término municipal.

El primer fin de semana de mayo la ciudad se engalana para honrar al patrón, el Santísimo Cristo de la Esperanza, al que llaman popularmente ‘El Gallardo’, en una fiesta que alcanza ya los 700 años de celebración. Gallardos es otra manera de denominar a los habitantes de esta localidad.

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