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Mascaraque

El castillo de Juan Padilla

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Quien esté inmerso en la Ruta del Quijote y la haga al completo pasará por Mascaraque, 30 kilómetros al sureste de la capital de la provincia. A este pueblo lo llevará el tramo octavo del recorrido, “De Almagro a Toledo, por Ciudad Real y Consuegra”, y encontrará un territorio común en Toledo: grandes campos de olivos, vid y cereal. Conocerá entonces un pueblo pequeño de notable patrimonio, con un vistoso castillo como elemento principal. Es el de Juan Padilla, conocido con este nombre porque en sus orígenes fue Casa Fuerte de los Padilla. Con orígenes que se remontan al siglo XIV (y una gran restauración en los años ochenta del siglo XX), muestra un recinto rectangular con torre del Homenaje, además de tres torres redondas. Como elemento más llamativo, las estrellas de cinco puntas talladas sobre puertas y ventanas. Es propiedad privada y no puede visitarse, pero verlo por fuera ya sirve para llevarse una gran impresión del pueblo.

Muy cerca está la iglesia de Santa María Magdalena, edificación barroca del siglo XVIII en cuyo interior destacan el retablo del altar mayor y una talla de Cristo Nazareno. Completan el patrimonio religioso la ermita de los Cristos (con una interesante colección de reproducciones del pintor Juan Correa del Vivar, nacido en el pueblo en el siglo XVI) y la ermita de Nuestra Señora de Gracia, al lado del cementerio. 

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