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Para fijarse en las calles
Los nombres de las cinco calles en las que se estructura este pueblo del norte palentino merecen ser leídos detenidamente; se llaman Real, Esperanza, Paciencia, Caridad y Humildad. El municipio, perteneciente a la comarca de Boedo-Ojeda, se completa con la pedanía de Berzosa de los Hidalgos. Muy llano y rodeado de campos verdes, su iglesia parroquial de San Julián y Santa Basilisa está construida en mampostería y cantería, tiene tres naves con bóvedas de crucería y el presbiterio con cañón apuntado. Su retablo es del primer tercio del siglo XVII con una escultura de San Roque del siglo anterior. También guarda dos esculturas de los dos santos que dan nombre a la iglesia, además de un calvario en el ático.
La ermita de la Virgen de la Calle está situada en el centro del pueblo y es del siglo XVIII aunque se cree que puede ser de época anterior. Tiene una pequeña espadaña con una única campana y una bella imagen de la Virgen con el Niño en su interior. La ermita de San Lorenzo es románica, de los siglos XII y XIII, muy sencilla pero también bella.
Completan el paseo por el pueblo un molino de agua, el edificio del ayuntamiento, el cuérnago y una fragua. Los habitantes esperan deseosos las fiestas, que comienzan el 10 de agosto en conmemoración de San Lorencillo, continúan el 5 y 6 de septiembre con San Lorenzo y finalizan el 20 de noviembre honrando a la Virgen de la Calle.