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Montiel

Un pueblo unido a la tragedia de Pedro I

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Si por algo es célebre Montiel es por la tragedia que lleva su nombre. Durante la Guerra de los Cien Años murió en su castillo de la Estrella Pedro I El Cruel o El Justiciero. Aspirante al trono como su hermanastro Enrique de Trastámara, se refugió en esta fortaleza tras ser derrotado. Intentó salvar su vida pactando una escapatoria con el mercenario francés Beltrán Duguesclín, pero este le contó los planes a Enrique y se enzarzaron en una pelea en la que, cuenta la leyenda, el mercenario sujetó a Pedro con la célebre frase “ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”. Así fue como Enrique pudo apuñalarle y proclamarse rey de Castilla. Los restos de Pedro I descansaron en Montiel hasta 1374, fecha en la que fueron trasladados a Sevilla.

Del castillo, del siglo IX y declarado Bien de Interés Cultural,  hoy se conservan restos de algunas de sus torres y torreones. Recientes excavaciones arqueológicas han hallado en los restos de la iglesia gótica, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Estrella, una Bula Papal de Bonifacio IX y un enterramiento del siglo XIV,  coincidente con la Batalla de Montiel que se libró en 1369.