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O Carballiño

Un río de vida

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Robles y castaños pueblan la comarca a la que da nombre el municipio de O Caballíño. Además, las sierras de A Martiñá, O Suido y O Testeiro, lo rodean con sus picos, algunos de los cuales sobrepasan, aunque en poco, los 1.000 metros. Sin embargo, O Carballiño vive sumergido en el agua medicinal de sus manantiales subterráneos que han hecho de esta parte de Ourense un paraíso de los balnearios. También en las de su río Arenteiro, que recorre como una gran avenida San Cibrán, su parroquia más poblada y donde de encuentra el casco urbano. Esa avenida fluvial ha dado pie a la Piscifactoría de truchas, a la antigua papelera A Labandeira, al Parque Municipal, a zonas recreativas de pesca, lavaderos, fuentes, muiños (molinos, en castellano). En definitiva ha dado vida a las 16 parroquias que conforman el municipio. Pero esta es solo una de las facetas de O Carballiño. La otra es la de cruce de caminos, paso natural y lógico desde las Rías Baixas hacia el interior y sur de Galicia, así como desde Portugal a  Compostela. Los monjes de la vecina Oseira lo vieron claro e instauraron aquí una feria. Y así fue como nació todo. Luego fueron surgiendo las iglesias, los puentes, los pazos, los balnearios, el Templo de la Veracruz y, por encima de la piedra y sus utilidades, lo que ha dado fama internacional a O Carballiño, su Pulpo á Feira.