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Paniza

Mudéjar, vino, setas y árboles monumentales

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Al suroeste de la provincia, en las estribaciones de la Sierra de Algairén y enmarcada en un precioso entorno natural, se encuentra la localidad zaragozana de Paniza. Un paseo por su casco urbano, repleto de edificios y monumentos de distintas épocas, resulta una grata experiencia. La torre mudéjar de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles (siglo XVI) domina desde las alturas todo el municipio. El interior del templo cuenta con interesantes retablos, aunque destaca el lienzo de la 'Coronación de la Virgen' (siglo XVII) que ocupa parte del altar mayor. Un conjunto de palacetes y casonas renacentistas, todas construidas entre los siglos XVI al XVIII, se suceden en las proximidades de la Calle Mayor y la Plaza de España. Un buen ejemplo es la Casa Valero-Bernabé, actual sede del Ayuntamiento. De las murallas que rodeaban la población se conserva el Arco de Montserrat, una antigua puerta de entrada a la ciudad que data del siglo XVI.

Ya en las afueras, además de varios peirones devocionales, se ubica otro punto de interés, el Santuario de la Virgen del Águila. Esta ermita está en lo alto de la Sierra del Águila, desde donde podemos contemplar una extraordinaria panorámica de toda la serranía. Desde aquí nos podemos asomar al Barranco de la Carrasca y admirar una carrasca bicentenaria, catalogada como árbol singular y monumental de Aragón. Este entorno, muy apreciado por los aficionados a la micología, atrae cada otoño a centenares de buscadores de setas. También podemos ir de excursión a la Fuente del Hontonar, un paraje al que se accede a través de un sendero señalizado.

En la localidad se asientan bodegas en las que se elaboran excelentes vinos bajo la Denominación de Origen Cariñena. El día de San Juan los vecinos de Paniza representan el Dance, un baile tradicional muy arraigado en la historia del pueblo.