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Polán

Un pedazo de Siberia en Toledo

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A menos de 20 kilómetros de la capital, Polán se sitúa en la margen izquierda del Tajo, también a unos kilómetros de distancia, en un terreno llano en el que predominan los campos de olivos y, más hacia el río, las extensas zonas de monte bajo, retama y tomillo. En cuanto al patrimonio, hay unos cuantos lugares de interés en Polán. Para empezar, por ejemplo, los restos de un castillo, levantado en el siglo XII (probablemente para proteger el Tajo de los ataques musulmanes), del que se conservan parte de la fachada y un par de torres.

En el centro del pueblo, la iglesia está dedicada a San Pedro y San Pablo, y fue construida en el siglo XVIII (estilos barroco y rococó). Destaca en su interior una Piedad de Luis de Morales de gran valor artístico. Otro templo llama la atención a la entrada del pueblo: la ermita de San Sebastián, de planta rectangular, merece una  visita simplemente por su artesonado de madera.

También algunas casas particulares repartidas por el pueblo son dignas de mención, como la Casa de las Columnas, con portada del siglo XVI, la Casa Bejarano, del siglo XIX y Casa Dorado, de los siglos XIX y XX.

Los aficionados al turismo natural también deberían visitar este pueblo: cerca del casco antiguo, el Aula de Naturaleza El Borril ofrece a los visitantes la experiencia de conocer la granja, el huerto, el acuario y la senda ecológica.

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