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Sant Carles de la Ràpita

Ecosistema natural y buen arroz con langostinos

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Un plato de arroz con langostinos, típicos de la comarca, puede suponer una velada perfecta en Sant Carles de la Rápita, municipio tarraconense singular por muchos motivos. La Rápita (su nombre abreviado) obsequia al visitante con un biodiversidad de extensos parajes con profusa vegetación y diversas especies animales. La localidad está emplazada en el suroeste del Parque Natural del Delta del Ebro. En esta zona, los flamencos sobrevuelan humedales y cultivos, arrozales y salinas, señas de identidad del territorio.

La bahía de los Alfaques, con su extensa playa del Trabucador, y la Reserva Natural de la Punta de la Baña enriquecen aún más la biodiversidad de estas tierras. La Rápita es hoy es un destacado puerto que destaca en la pesca de langostinos y marisco como el mejillón y la ostra. En un paseo por los muelles y dársenas del puerto palparemos la importancia del mar en este núcleo de población. Si queremos profundizar en ello, el Museo del Mar del Ebro nos explicará en profundidad esta estrecha relación con el mar.

La localidad dispone de dos Bienes de Interés Cultural. La iglesia Nueva, que a pesar de su nombre no es un templo religioso, y la Glorieta o Capelleta, ambas edificaciones inacabadas y del siglo XVIII. Turísticamente, las playas de arena blanca y aguas tranquilas son un imán de primer orden para el visitante. Desde el mirador de la Guardiola, sostenido por una torre de vigilancia del siglo XV, podremos otear un paisaje de texturas. El patrimonio arquitectónico neoclásico, como la Parroquia de la Santísima Trinidad, es palpable en buena parte de su urbanismo. Las notas coloristas del municipio las imprimen las fiestas mayores, que tienen lugar a finales de julio. Las notas musicales, por su parte, son interpretadas en el Festival Internacional de Guitarra durante los meses de verano. 

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