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Valdeolmillos

A la vera de sus minas de yeso

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A poco más de 12 kilómetros de la capital, este pueblo cerrateño está rodeado de cerros ondulados que ofrecen esculturas naturales admirables. Sobre ellas se erige la silueta de su iglesia de San Juan Bautista (Siglo XII) con su magnífica espadaña de piedra de dos cuerpos, de una sola nave y varios retablos barrocos del siglo XVIII.

En el pueblo existieron unas minas de yeso y se conserva una de ellas, adaptada como vivienda rupestre y museo etnográfico. En la zona alta hay un interesante barrio de bodegas excavadas. Muy cerca está Torquemada, donde disfrutar de la excelente cocina cerrateña, en especial de los famosos pimientos, con fiesta propia en septiembre, y sus excelentes vinos.

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