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Basílica de Nuestra Señora de la Piscina

San Vicente de la Sonsierra, Rioja, La

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Si pretendemos que el románico en estado puro se nos muestre hemos de acudir a conocer la basílica de Santa María de la Piscina. Sus raíces hay que buscarlas a miles de kilómetros de La Rioja, en Tierra Santa, y hay que remontarse cientos de años..., nada menos que a la Primera Cruzada. Allí, en la toma de Jerusalén por el flanco de la Piscina Cromática, luchó el Infante Don Ramiro y de allí se trajo un pedacito de la Cruz en la que fue crucificado Jesucristo, una imagen de la Virgen; así como la firme determinación de construir un templo donde fueran guardadas estas reliquias. 
Se empezó su edificación a mediados del siglo XII si tener añadidos posteriores y es por tanto uno de los edificios más emblemáticos de La Rioja, pues el resto de construcciones riojanas románicas son más tardías. La basílica reina sobre el valle del Ebro desde una colina; nada más verla llama la atención su torre cuadrada que resalta sobre su única nave. Construida en sillares de piedra y tonos ocre dispone de una decoración rica y variada distinguiéndose la bóveda de cañón con tres arcos fajones de medio punto. Así las ventanas están decoradas de forma ajedrezada y según vayamos recorriendo la basílica nos damos cuenta de que la ornamentación no cesa, que la geometría y lo vegetal se conjura en un mismo entorno sin darnos tiempo a reaccionar del simbolismo que representa, todo un bien de interés cultural.

Localización

Diseminado San Vicente Sonsierra, 7 26339 La Rioja