Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

San Lorenzo de El Escorial, Madrid

Qué ver

Panteón de reyes, biblioteca, monasterio, palacio, museo y basílica (donde es posible casarse, todo esto esconde esta joya madrileña a la que algunos consideran la Octava Maravilla del Mundo, por su tamaño y por su entorno. Es, sin duda, el monumento más reconocible de la localidad, en la que Felipe II levantó la obra más emblemática de su reinado. Su interior contiene un patrimonio cultural de incalculable valor. Su visita por las distintas galerías te hace convertirte en el mismísimo monarca por unos instantes y contemplar la magnificencia del lugar. Y es que, desde Carlos V, excepto dos (Felipe V y Fernando VI), todos los monarcas españoles están enterrados aquí. No obstante, el Panteón de los Reyes tiene tres sepulturas vacías, las de los padres del rey emérito, Don Juan Carlos, y a su abuela, la reina Victoria Eugenia. Sus restos están en la antesala del panteón, denominada el pudridero porque tienen que aguardar cuarto de siglo antes de ocupar sus respectivos sitios en el Panteón real.

Los distintos conjuntos pictóricos y escultóricos amenizan el trayecto. Cuadros de Tiziano, El Bosco, Tintoretto, Bernini, Monegro o Van der Weyden crean aquí una galería de arte espectacular que sirve de vía de comunicación con el resto de dependencias del recinto. Como dato curioso, cada vez que llegaba una obra al monasterio llevaba consigo el certificado de autenticidad. Por ello las obras que residen aquí son conocidas popularmente como "Las Auténticas".

La bibliteca del monasterio esconde una gran variedad de volúmenes, y su vigilancia queda a cargo de las alegorías de la Música, Aritmética, Gramátoca o la Astrología, lo que demuestra el afán cultural continuo que tenía Felipe II. La colección bibliográfica la componen más de 14.000 libros, cerca de 6.000 manuscritos, entre los que destacan el de San Agustín, del siglo VI, y el Códice Áureo del siglo XI. Los libros de la biblioteca están colocados con las hojas mirando a los 'transeúntes', el motivo es lograr una mejor conservación de los volúmenes.

Rodeado de misterio, como no podía ser de otra forma en un edificio tan singular, la conocida como 'Sala de los secretos' permite entablar una conversación de punta a punta gracias a la excelente calidad acústica que la acompaña. Existe una anécdota según la cual los canteros que construían el emplazamiento se declararon en huelga al ver que el monarca no les pagaba. Ante esta situación, el arquitecto le dijo al rey la frase "O paga a los canteros o los seres del purgatorio vendrán a por usted". Acto seguido preso del pánico, Felipe II pagó sus deudas al día siguiente.