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Nuestra Señora de la Alameda

Santa María de la Alameda, Madrid

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Sorprende, en un núcleo tan pequeño como Santa María de la Alameda, encontrar una iglesia tan antigua y valiosa. Por suerte, el que siga en pie tras cinco siglos nos sirve para confirmar cómo pueblos como este han mantenido casi intacto su aspecto pasado. Por ejemplo, si te sitúas en el exterior del templo, en su cabecera, verás que esas rudas paredes de piedras apiladas en mampostería y los gruesos contrafuertes de granito no desentonan en el conjunto actual del pueblo, pese a haber sido levantadas en el siglo XVI.

Si rodeas la iglesia en dirección a la fachada, el contraste con sus muros  laterales, más modernos y pintados de vainilla, es grande; igual que con el frontal, de estilo renacentista y olas al estilo escurialense sobre su campanario. La que se mantiene estable es la austeridad y la robustez del conjunto. Esa robustez, esa dureza, se transforma en sensibilidad en el interior, cuando atraviesas su cuerpo de tres naves separadas por columnas toscanas (del siglo XVII) culminando en una bóveda de crucería tardo-gótica sobre el altar, donde antaño colgaba un retablo que no se conserva. Lo que sí se mantiene es la pila de granito, que lleva bautizando cristianos nada menos que desde el siglo XVI.

Localización

Plaza Constitución, 4 28296 Santa María de la Alameda Madrid