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Poblado iberoromano de Darró

Vilanova i la Geltrú, Barcelona

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En el puerto de Darró se oye un gran griterío. Arriban barcos procedentes de Cartago, vacíos ya de ánforas, vasijas y cuencos, pero repletos de dracmas. La venta ha ido bien y han recibido más encargos. La cerámica de la Cassetania tiene buena acogida al otro lado del Mare Nostrum. Otras embarcaciones más pequeñas, las de los pescadores, permanecen amarradas. Mañana saldrán a por dorada. Entre tanto, la vida continúa en el poblado ibero de Darró. Se hace el silencio y despertamos en el mismo poblado, cuatro siglos después. Los descendientes de aquellos cassetanos, son ya ciudadanos romanos dependientes de Tarraco. Si bien han cambiado algunos edificios y la distribución de las calles es algo diferente, la vida en la villa es prácticamente la misma: la mar y el mercado.

Vuelve a hacerse el silencio. Abrimos los ojos en el siglo XXI. Solo quedan ruinas del poblado iberoromano de Darró, pero lo suficientemente significativas para que podamos hacernos una idea de lo que supuso en su momento. Aún permanecen en pie algunos muros y la actividad sigue siendo intensa. Solo que ahora se trata de paseantes que desean relajarse en la playa de Darró, sentarse en una terraza para ver atardecer o caminar por el espigón hasta encontrarse con Pasífae, la hija del dios del Sol, inmortalizada en metal.

Contacto

Localización

41.211916, 1.714740