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Santuario de las Virtudes

Villena, Alacant/Alicante

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La gratitud construyó este templo. Mientras la peste asolaba parte de la Comunidad Valenciana, los villenses pidieron a la Virgen de las Virtudes que intercediera en favor de los que se hallaban luchando con esta enfermedad. Debió ser que la Virgen respondió a sus plegarias porque, a poco más de siete kilómetros, alzaron un precioso santuario entre montes y árboles, como escondido entre la Naturaleza de esta región de Alicante.

Entre las ‘virtudes’ de este templo se encuentra la sencillez. Ésta viste todos sus muros y rezuma por todos los rincones. Una amplia escalinata de ocho gradas escolta a los visitantes y a los villenses hasta la preciosa y discreta portada de estilo renacentista que les abrirá los interiores del santuario. Una vez dentro, las columnas y los arcos de medio punto se unen en un austero patio en el que la paz y la tranquilidad se instaura a partes iguales. Desde el virtuoso jardín interior es posible acceder a las celdas y a las demás dependencias del monasterio.

Sin embargo, la iglesia destaca sobre todo el conjunto. Ella se aleja un poco de la sencillez para centrarse en otras virtudes que le son más interesantes. Como en su cielo de piedra dibujado entre bóvedas que se cruzan entre ellas. Así exhibe el gótico tardío que destaca entre la sobriedad de su conjunto. O como su altar, que también se escapa de la severa rigidez estilística. Allí la Virgen de las Virtudes se encuentra rodeada de belleza, entre el camarín barroco, estucos, pinturas y el precioso manto que la envuelve.

Una virtuosa iglesia que se alza como otro de los tesoros que ofrece Villena, más austera que su compañera, la iglesia de Santiago. Las Virtudes también tiene despuntes de grandeza pero es más íntima y discreta.

Contacto

Localización

Santuario de las Virtudes, Calle Santuario, Villena