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Playa de Fuente del Gallo

Conil de la Frontera, Cádiz

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El problema de Conil es que todas sus playas -que son muchas- son tremendamente buenas y resulta casi imposible decidirse por una. Lo que nos ha llevado a optar por la Fuente del Gallo es su traicionera belleza. Cuando baja la marea, emerge de la nada una larga y estrecha cala a los pies de sus acantilados, confortable e íntima, donde podremos instalar nuestras toallas. Pero en cuanto apremia la pleamar, ya anocheciendo, desaparece la playa tan rápido como apareció, lo que la convierte en una mala elección para aquellos amartelados que alargan el idilio hasta el ocaso.

Veranear en Conil te da la oportunidad de descubrir muchísimas calitas entrañables y reservadas. Aunque sin dejar de lado su enorme playa principal de los Bateles, desde donde se observa todo el pueblo como si se tratase de un monte nevado. En cualquier caso -y en un intento de sorprender a propios y extraños con este litoral-, toma buena nota: cala del Aceite, calas del Quinto (Melchor, Pitones y Sudario), calas de Poniente (Encendida, Áspero, Pato, Frailecillo y Medina), playa del Roqueo, de Castinolvo, del Puerco y Fontanilla.