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Cuevas de Fariña y del Susto

El Gastor, Cádiz

Ayer refugio de bandoleros, hoy destino de espeleólogos, la historia de las cuevas de Fariña y del Susto, cerca del municipio gaditano de El Gastor, está unida a las emociones fuertes. La primera de ellas tiene una boca tan pequeña que cuesta creer que pueda pasar un hombre por ella. Esa dificultad para acceder y la gran sala que nos espera una vez dentro, la hicieron atractiva para los 'fuera de la ley', que la convirtieron en uno de sus escondites preferidos. No es muy aventurado especular que el famoso El Tempranillo, habitual de estos parajes por tener pareja en El Gastor, hiciese de esa gruta su hotel ocasional.

Sin salir del municipio aunque dentro del Parque Natural Sierra de Grazalema espera otra caverna aún más aventurera con un nombre que no engaña: Cueva del Susto. Su cavidad esconde una fosa profunda y de grandes dimensiones que se abre en diferentes galerías. Reservada para espeleólogos, quien se aventure en ella llegará a una gran gruta con una espectacular bóveda de estalactitas y, seguido, un lago subterráneo. De estas reservas fluviales sale el gran caudal de agua que riega esta sierra.

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