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El museo exterior del Guggenheim

Bilbao, Bizkaia/Vizcaya

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El Museo Guggenheim se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad de Bilbao. Cuando se inauguró en 1997 decían que recordaba a un barco encallado en la ribera del Nervión; con el tiempo, se ha convertido en un faro que ilumina y atrae a millones de visitantes a Bilbao. Antes de entrar, es posible recorrer íntegramente su perímetro, muy recomendable para descubrir todas las insospechadas perspectivas que nos desvela. Este paseo regala al caminante varios de los highlights turísticos del Guggenheim: joyas de la colección permanente que han sido elegidas y colocadas estratégicamente en diferentes enclaves del exterior.

Para disfrutar de ellas no hay que pagar entrada, así que conviene no perderse ninguna, pero cuidado, porque puede que más de una pase desapercibida. Como Arcos Rojos, de Daniel Buren, situada en el gran puente que cruza la ría y que se diría que abraza una torre del museo. O la maravillosa Escultura de Niebla, de la japonesa Fukiyo Nakaya, que cada hora crea una cortina de niebla que envuelve una parte de la fachada haciendo que pared y ría se fundan en algo fluido. Otra obra que trabaja con los elementos es Fuente de Fuego, de Ives Klein. Cinco surtidores alineados en uno de los estanques que en vez de agua escupen fuego. La sorpresa ante la aparición de las llamas se torna fascinación al ver bailar su reflejo en el agua y en la fachada.

También juegan con los reflejos Gran Árbol y el Ojo, de Anis Kapoor, formada por tres hileras de esferas reflectantes que funcionan como espejos convexos; y Tulipanes, de Jeff Koons, un ramo de flores de escala gigante fabricado en acero inoxidable de brillantes colores que imita globos de colores de una fiesta. Uno no puede decir que ha estado en el Guggenheim si no se ha hecho una foto con sus dos "mascotas" que también forman parte de esta galería al aire libre, la araña  de más de 9 metros de altura de Louise Bourgeois titulada Mamá y el inmenso cachorro cubierto de flores, Puppy, obra de Jeff Koons, que nos aguarda en la plaza por la que se accede a la puerta principal.

Localización

Museo Guggenheim, Bilbao