Romería de Olarizu

Vitoria-Gasteiz, Araba/Álava

El verano agoniza en Vitoria-Gasteiz y los vecinos locales se preparan para despedirlo de la mejor manera. ¿Cómo? Poblando las campas de Olarizu desde primera hora de la mañana. Estas, son el lugar escogido para festejar su romería homónima. La plaza de España es el punto de partida. De ahí a los mojones, que constituyen el límite de la ciudad. Más tarde, se procede al volteo de las campanas y al lanzamientos de cohetes en los pueblos adyacentes al tiempo que se degusta la tradicional alubiada. Para entonces, los cientos empiezan a convertirse en miles. Se trata del último paso antes del comienzo de numerosas actividades lúdicas entre las que se incluye el siempre apreciado desfile de gigantes y cabezudos, que persiguen a la multitud. Esta, entre risas, corre como si en ello le fuera la vida. Deberían de guardar energías porque lo mejor está por llegar. Antes de regresar de la romería algunos ascienden hasta la cruz para disfrutar del deporte más rural. Ya de vuelta, y una vez dejados atrás el teatro y el baile de la Era y Txulalai, el toro de fuego pone ‘la traca final’- nombre que se le da a los fuegos artificiales- en la plaza de la Virgen Blanca. La romería ha pasado en un suspiro, de esos que uno exhala a modo de satisfacción.