Semana Santa de Beas de Segura

Beas de Segura, Jaén

Diez cofradías ponen el alma en conseguir que la transición del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección sea el reflejo de la devoción de un pueblo unido en torno a la Pasión de Cristo. La plaza del Sagrado Corazón es el escenario en el que se bendicen las palmas, antes de la entrada del paso de “La Borriquilla”. Una escuadra de romanos corre a detener a Jesús y a atarle las manos, tras la escenificación del beso de Judas. Parece una escena de teatro callejero, pero es uno de los momentos que se pueden vivir durante la procesión del prendimiento, en compañía de los capuchinos y sus túnicas y gorros granates. El Martes Santo, la misma centuria de soldados acompaña el lento discurrir de la talla del Cristo en la Columna. Uno de los momentos más emocionantes se vive cuando el Cristo de la Vera Cruz inicia su trayecto a hombros de los beatenses vestidos de negro que, obedeciendo al capataz, mecen a la talla al caminar lentamente, escenificando el buen hacer de una cofradía de más de cuatro siglos de antigüedad. Una congregación femenina se esmera en que el paso de la Virgen de los Dolores visite los lugares más importantes de la localidad, preparando el escenario para la procesión de “El Paso”, que convoca a las tallas más importantes a salir a la calle el Viernes Santo. Los cascabeles resuenan en todo el pueblo, acompañando a la procesión de Jesús el Resucitado y anunciando que la semana toca a su fin y que, pronto, esos mismos cascabeles adornarán el cuello de un toro bravo, con motivo de las cercanas fiestas de San Marcos.