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Balsa de Ves

La soledad de los páramos

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Tierra y sensaciones fronterizas por los cuatro costados. En Balsa de Ves prima la soledad de los páramos, que son paisajes llanos en altitud donde reina el silencio y en los que, salpicados por el entorno, aparecen de forma repentina pequeños chozos de piedra seca para el resguardo de pastores, labradores y animales. Cerca, el antiguo castillo de Villa de Ves vigila en un paraje agreste sobre los cañones del Júcar. Desde Casas de Ves se accede asimismo a uno de los rincones más impresionantes que origina el río. Sobre un cortado se erige la antigua iglesia, hoy santuario, una edificación gótica del XVI que alberga valiosos retablos y esconde una cripta donde se conservan algunas momias.

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