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Beriáin

Un crecimiento récord

Unos 3.900 beriaineses pueblan este rincón de la Cuenca de Pamplona, a 9,5 kilómetros de la capital navarra. La localidad creció considerablemente a partir de los años sesenta del pasado siglo, gracias al auge de la minería. La empresa Potasas de Navarra, ya extinta, se dedicó a la explotación de la potasa y sus derivados, y dio nombre a la zona nueva del pueblo, construyendo colegios y viviendas. De hecho, construyó, en 1963, hasta una iglesia, la del Santo Cristo del Perdón. La iglesia parroquial de San Martín, sin embargo, lleva en pie desde la época medieval con los habituales añadidos posteriores, que llegaron en el siglo XVI y le confirieron el aspecto gótico que presenta en la actualidad.

Alrededor de la Balsa de La Morea/Beriáin, un lago recrecido artificialmente, muchos se apuntan a una ruta de senderismo por el perímetro de la Balsa, o incluso a bañarse en sus aguas. En época de migración de aves merece la pena acercarse hasta allí.

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