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Biar

Naturaleza y carácter fortificados

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Seis meses tardaron en derrotar al monumental castillo de Biar. Seis meses de asedio de manual, en los que tuvieron que utilizarse máquinas de guerra que lanzaban rocas de gran peso. Este Monumento Nacional resistió más de lo que pudo, merced a su impresionante estructura que es visible desde cualquier punto del Valle del Vinalopó. La torre de 19 metros de altura está construida con mortero de cal y arena y en su interior se conserva la bóveda almohade más antigua de la Comunidad.

Porque Biar fue durante la Edad Media una importante villa fortificada y está repleta de testimonios, como los arcos de San Roque y Jesús, las antiguas puertas de Játiva y de Castilla y trazos de la muralla medieval.

En los aledaños de Biar se levanta también el santuario mariano de la Virgen de Gracia (S. XVII), decorado en estilo neoclásico y con pinturas al fresco de notable valor artístico de Tomás Belando (1757). Desde el Acueducto Ojival (S. XV) se disfruta de uno de los paisajes más característicos y bellos de Biar. El acueducto tiene cerca de 70 metros de longitud y es obra del arquitecto Pere Compte, considerado como el mejor en conducción y nivelación de aguas de la época.

La profusión de ermitas e iglesias es considerable: la de la Asunción (XV) con su campanario del maestro setabense Juan Blas Aparicio; la del Roser y San Ramón (S. XV); la de Santa Lucía y la de los Santos de Piedra (S. XIII) son sólo algunos ejemplos.

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