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Cardedeu

Modernismo de veraneo con corazón medieval

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A principios del siglo XX Cardedeu estaba de moda entre la alta burguesía de Barcelona. La frase 'Un palco en el Liceu y una torre en Cardedeu' mostraba la distinción que suponía veranear en esta tranquila población del Vallès Oriental amparada por las sierras del Montseny y del Corredor. Así se consolidó una importante colonia de acaudalados veraneantes que dejaron su impronta en casas bellísimas y de estilos distintos, desde el clasicismo al novecentismo, pasando por el modernismo. Las viviendas fueron diseñadas por arquitectos de renombre como Manuel J. Raspall, Ramon Puig Giralt o Eduard M. Balcells. Hoy se realiza una ruta guiada por la población, que sigue siendo destino vacacional, para descubrir los magníficos edificios de aquella época como la Casa Espinach, la Torre Lligé, Can Llibre, la Casa Gual o el mismo Ayuntamiento. También por el cementerio, otra de las joyas modernistas de la villa.

Pero el corazón de Cardedeu es medieval y conserva algunas callejuelas encantadoras y plazas recoletas que se abren alrededor de la Capilla de Sant Corneli y Sant Cebrià, una pequeña joya, y de la Iglesia de Santa María, documentada desde el siglo IX y reconstruida entre los siglos XVI y XVII. Por los alrededores hay varias ermitas destacables a las que se suele ir en romería, como la de Sant Hilari, situada junto a la masía homónima. Antes de dar por terminada la visita a Cardedeu conviene hacer una parada en el Museu Arxiu de Cardedeu Tomàs Balvey para contemplar el conjunto de la Farmacia Balvey, formada por el mobiliario original de 1812 y más de 200 botes de cerámica. Junto a las salas de exposición hay un pequeño jardín con plantas medicinales.
 

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