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Belleza mediterránea
Uno de los municipios más bonitos de la Costa Brava. El Port de la Selva combina una gran riqueza de paisajes: el azul del Mediterráneo, el verde de los viñedos y los múltiples tonos de las montañas esculpidas por el paso del tiempo. Situado al norte de la península del Cap de Creus, en la parte más septentrional de la Costa Brava, es un destino turístico ideal porque saca el máximo partido al entorno al formar parte del Parque Natural del Cap de Creus, zona de gran riqueza de especies vegetales, y a un destacadísimo patrimonio histórico donde reina el magnífico monasterio de Sant Pere de Rodes.
El Port de la Selva tiene algunas de las mejores playas de la costa catalana, un amplio abanico donde brillan tanto las de arena fina como las formadas por pequeñas piedras, siendo su común denominador el agua cristalina, propia de la costa del Cap de Creus.
En la Serra de Rodes se encuentra el Monasterio de Sant Pere de Rodes (s. IX), de fácil acceso en coche o a pie. Se trata de un gran conjunto monástico formado por la iglesia, el claustro y varias dependencias dispuestas a su alrededor. El elemento más importante es la iglesia, obra capital en el románico catalán, de una riqueza decorativa y grandiosidad excepcional en su nave central.
En los alrededores del monasterio se levantan la iglesia prerrománica de Santa Helena de Rodes (s. X) con su singular campanario, la ermita de Sant Baldiri Taballera (s. X) y la iglesia de Santa Maria de les Neus (s. XX).