{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Fuensanta

El pueblo que creció a base de milagros

Compartir

Una aparición mariana desencadenó la fundación de Fuensanta. Primero, la imagen de la virgen; después, un manantial curativo y una ermita. Un monasterio de Trinitarios (siglo XVI) llegó por último a la boyante empresa milagro, que fue congregando casas a su alrededor hasta que, casi sin querer, se convirtió en población. Este monasterio era además el Santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional. De estilo renacentista, una puerta lleva a la cripta de los frailes y bajo una ventana se sitúa un aguamanil del siglo XVII. Una fachada modernista viste al antiguo palacete Villa Manolita (siglo XVIII), reconvertido hoy en albergue rural. Y en la calle Huertas hay un arco árabe que se arregló en 2004.

Contacto