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Galdakao

Un paseo de ensueño

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Quién pudiera retroceder en el tiempo para subirse a la noria del antiguo parque de atracciones de Bizkaia, una de las más altas de Europa en su tiempo. Y allí, en su punto más elevado, contemplar el inmenso paisaje del monte Ganguren y el contorno de Galdakao, en cuyo término municipal se ubicaba este recinto. Hubiese sido un sueño, pero el parque cerró en 1990 y de él quedan poco más que recuerdos festivos.

Lo mejor será poner los pies en la tierra y vivir la igualmente encantadora experiencia de recorrer uno por uno los numerosos rincones que destacan en el municipio, empezando por su construcción religiosa más antigua, la iglesia de Andra Mari, que combina románico, gótico y un retablo plateresco. De camino al casco urbano, aparece el Ayuntamiento y cruzado el parque Ardanza, la iglesia de Santa María de Galdakao. Este es un buen punto de partida en dirección a Usansolo, concretamente al montículo donde se sitúa la torre de Isasi Goikoa y la de Lekue, convertida en residencia palaciega. 

Sin parar de caminar se descubre una amplia variedad de esculturas que retratan la historia del lugar, como la del Gallo, que marcaba el cruce de carreteras que conducen a San Sebastián y Vitoria o aquella que reconoce al montañero, cuya figura mira al emblemático monte. Igual de simbólico es el río Ibaizabal, principal cauce de la localidad, y los puentes que lo cruzan, como el de Torrezabal y el románico de Mercadillo. Y para no echar de menos el ambiente bullicioso del extinto parque de atracciones, las fiestas patronales, a mediados de septiembre, llenan de música y color las calles del municipio. Al final, está claro: es mejor vivirlo que soñarlo.

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