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Haría

Solo al verla desde su mirador ya nos sorprende

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Resulta fascinante conocer la localidad desde el Mirador del Río, el que se ubica a casi 500 metros de altura, y el que lleva el sello de César Manrique, uno de los principales personajes de la localidad, el que se encargó de confeccionar este y otros recintos, los que citaremos más adelante. Unas vistas que nos dejarán con la boca abierta, con La Corona de fondo, con playas de aguas cristalinas y arenas claras, con escarpados acantilados... Un paisaje totalmente paradisiaco.
Cuando hayamos salido un poco del asombro y nos hayamos tomado algo en las terrazas del mirador, podemos ir a conocer cada uno de sus atractivos, dedicándoles su debido tiempo, ya que son de gran interés. Una primera parada puede ser en la ermita de San Juan Bautista, en la que predomina el estilo mudéjar; otra puede ser en los Jameos del Agua, paraje natural acondicionado por Manrique, en el que podremos vivir una experiencia irrepetible: conoceremos una especie de cangrejo albino que sólo habita en este lugar, podremos acudir a un concierto o disfrutar de una agradable cena bajo tierra, porque este recinto ha sido creado por la lava de La Corona.
En el Valle de las mil palmeras, como también es llamada la localidad, podremos sumergirnos en playas hermosas, como la de la Garita, una de las más grandes; en el Risco, en el Embarcadero, en la Caleta... Y también podemos asistir a alguna de sus fiestas, de las que se puede destacar la que se celebra sobre el mar, las Fiestas de la Virgen del Carmen.