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La Almunia de Doña Godina

Regalo de una dama medieval

Fruto de un maravilloso regalo. Así es como nació el pequeño municipio zaragozano de la Almunia de Doña Godina. Doña Godina, una acaudalada dama medieval, donó estas tierras a la orden religiosa de San Juan de Jerusalén para que instalasen en ellas su hospital. A partir de ese momento, La Almunia fue creciendo hasta convertirse en lo que, en nuestros días, es un municipio con un rico patrimonio y un envidiable entorno paisajístico y natural. Recorriendo su calle principal, Corazón de Jesús, nos encontraremos con el edificio más antiguo, el Palacio de San Juan, donde vivieron los caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén. La misma calle nos conducirá hasta la Plaza de España, donde se ubica el Ayuntamiento. La plaza es un lugar ideal para descansar y degustar uno de los dulces tradicionales de la zona, las culecas, unas tortas adornadas con huevo típicas en la Semana Santa almuniense. Uno de los rincones con más encanto del municipio es la plaza en la que se ubica la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, diseñada en 1754 por uno de los discípulos de Ventura Rodríguez. Fue mandada edificar por Doña Godina y conserva una de las torres mudéjares más bellas de Aragón. La Ermita de Nuestra Señora de Cabañas y el Convento de San Lorenzo son otros monumentales espacios de esta villa medieval, rodeada de una atractiva naturaleza. En especial en primavera, cuando los árboles frutales florecen y nos regalan un espectáculo único de color y sabor. 

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