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Las Navas del Marqués

Nobleza, burguesía, Trece Roeles e Eiffel

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En Las Navas del Marqués se mezclan las casas palaciegas con las moradas de los pastores que dieron origen a esta localidad abulense, allá por el siglo XIII, como parte de la repoblación tras la Reconquista. Durante siete siglos, el pastoreo y actividades de él derivadas fueron el motor de este pueblo enclavado en la Sierra de Malagón.

A finales del XIX Las Navas del Marqués empezó a convertirse en lo que es hoy: una villa dedicada preferentemente al turismo en la que muchos madrileños descansan del ajetreo diario con el frescor de la abundante vegetación que rodea al pueblo. Quienes gusten de pasear por las sendas de la sierra tienen a su disposición multitud de caminos de todas las dificultades. Todos ellos están señalizados y en la Oficina de Turismo proveen con simpatía información abundante sobre las rutas.

Pero no sólo es el entorno natural donde reside el atractivo de Las Navas. Su casco urbano está atravesado por la historia y por algunos monumentos interesantes. El primero de ellos, quizás, sea el Castillo Palacio de Magalia, que domina las vistas desde la parte más alta del pueblo. Fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en el ya lejano 1931. La Iglesia de San Juan Bautista se encuentra al lado del Palacio y, tras visitar su interior, con el retablo y la imagen del Santo, se puede iniciar el descenso para seguir recorriendo las calles de Las Navas del Marqués.

Del siglo XVI y estilo herreriano es el Convento de Santo Domingo y San Pablo, también Monumento Histórico Artístico Nacional. En la entrada de la localidad espera la Ermita del Santísimo Cristo de Gracia, un edificio de finales del siglo XV en el que se entremezclan con gusto varios estilos de construcción.

Durante la segunda semana de julio se celebran las fiestas patronales en honor del Santísimo Cristo de Gracia. Lo más tradicional es el concurso de potes naveros, o patatas revolconas, en el que más de cincuenta grupos de naveros se juntan en la explanada del Risco para cocinar y, posteriormente, degustar este sabrosísimo plato serrano. 

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