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L'Esquirol

Puerta de entrada al Collsacabra

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Santa Maria de Corcó o L’Esquirol es la población que concentra más servicios, pero el término comprende los núcleos de Cantonigròs, Sant Julià de Cabrera y Sant Martí Sescorts. El municipio, ubicado en las montañas del Valle de Collsacabra, en la Comarca de Osona, fue camino de paso entre las ciudades de Vic y Olot y su población original creció alrededor del siglo XV a partir de un hostal para viajeros atendido por una familia que se apellidaba Esquirol, de ahí su topónimo.

El Collsacabra es un territorio de gran belleza e interés arquitectónico, a caballo entre las comarcas de la Garrotxa, La Selva y Osona. Parajes como la Foradada, cerca de Cantonigrós, la Riera de les Gorgues, en Sant Martí Sescorts, y el vertiginoso acantilado de la Barra de Ferro son algunas de las excursiones imprescindibles. En lo alto de estos riscos se emplaza el Santuari de Santa María de Cabrera (siglo XVII), a 1311 metros de altitud, con unas vistas extraordinarias. También sobresalen los restos del antiguo Castillo de Cabrera (siglo X) con la pequeña ermita original.

El recorrido por este extenso municipio debe llevarnos a sus valiosas iglesias románicas, como la situada en el minúsculo núcleo de Sant Julià de Cabrera, del siglo XI, a la de Sant Bartomeu Sesgorgues, construida en el siglo XII y modificada en los siglos XVII-XVIII, y a la de Santa Margarida de Vilaseca. Igualmente destaca la Iglesia de Sant Martí Sescorts. Una parte de la antigua decoración de pintura mural románica, con escenas del pecado original, se conserva en el Museo Episcopal de Vic. Hay que mencionar también el templo de Santa María de Vilanova, iglesia de estilo renacentista con toques góticos, reconstruida en el siglo XVI. En el núcleo antiguo de L’Esquirol sobreviven muchas casas con dinteles de piedra. También es remarcable el puente de dos arcos en el antiguo Camí Ral de Olot.

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