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Monóvar/Monòver

La ciudad que vio nacer a Azorín

Dentro de la terraza fluvial del río Vinalopó se alza Monóvar, localidad del interior de Alicante. La torre del reloj, del siglo XVIII, junto a la cúpula de la ermita barroca de Santa Bárbara y las ruinas del castillo, dibujan la silueta entre dos colinas de una ciudad que vio nacer a José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, más conocido por su seudónimo, Azorín. Desde 1969, su casa natal es un museo cuya finalidad es dar a conocer la vida y obra del autor alicantino.

La visita a las ruinas de su castillo almohade, el teatro Principal del siglo XIX, la ermita de Santa Bárbara, la iglesia barroca de San Juan Bautista o el elegante Casino permitirán conocer, paseando por las estrechas calles inclinadas de su casco viejo, una serie de pequeñas plazoletas que dotan de encanto al municipio. Si se baja por la avenida de la Comunidad Valenciana que bordea el Casino se pueden admirar la “Casa de las Bolas” y la “Casa de los Tortosa”, dos de los edificios más emblemáticos de la burguesía monovera del primer tercio del siglo XX, cuyas fachadas dan idea de la pujanza económica de la época.

Un recorrido por los caminos y senderos que discurren por el término municipal nos van mostrando con orgullo las raíces rurales de Monóvar, con numerosos ejemplos de arquitectura rural: campos de cultivo de vid, almendro y olivo; viviendas; casas cueva y pozos que mantienen en el paisaje la estampa de la agricultura tradicional.

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