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Nevada

Un paraíso cerca del cielo

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A los habitantes de Nevada les gusta vivir cerca del cielo, ya que este municipio, compuesto por cuatro núcleos de población, es el más elevado de la Alpujarra y, gracias a su localización,  los verdes parajes y las montañas rocosas nos permiten disfrutar de tesoros alpinos, como la poderosa cabra montesa, o yacimientos de agua naturales que dibujan un paraíso en la cordillera. Sus cuatro villas despiertan la admiración de cualquier peregrino que al pasear por sus calles juega a descubrir la diferencia entre ellas. Mairena, considerada “el Balcón de la Alpujarra”, nos permite disfrutar de unas vistas increíbles desde el valle hasta la almeriense Sierra de Gadór. Recorriéndola de norte a sur, cualquiera de sus fuentes “prodigiosas” será objetivo de nuestra imaginación y refrescará nuestras ideas. Júbar, la localidad más pequeña, intenta llamar nuestra atención respetando la arquitectura tradicional en cualquiera de sus rincones. Sobre su "Peñón del Zapato" contemplaremos como la Historia ha dejado huella. No lejos de allí, y rodeada de castaños milenarios protagonistas indiscutibles del trueque y abastecimiento de este municipio a lo largo de la Historia, Laroles se ha convertido en la hermana mayor ya que ostenta la capitalia del municipio. Y en su parte más oriental, Picena dibuja un paisaje de casas escalonadas que nacen de las rocas y descienden por la ladera. Los turistas jueguen a ser grandes descubridores que, luchando contra su abundante vegetación, intentan encontrar los restos ocultos de su castillo medieval.

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