{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Sant Adrià de Besòs

La historia de la inmigración

Compartir

La historia de Sant Adrià es la historia del río Besòs, de la industrialización y de la inmigración. De todo ello, la ciudad ha creado centros de interpretación y museos que ponen luz a la actualidad de una villa que desde siempre ha pugnado por hacerse un lugar entre las metrópolis de Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramenet. Este afán de reivindicarse se materializa en varias rutas que recorren los vestigios del pasado y que han sido creadas por diversas entidades del municipio.

El recorrido por el casco antiguo muestra, por ejemplo, la herencia rural de Sant Adrià, cuando era un pequeño pueblo rodeado de campos de cultivos y poblado por importantes masías. La iglesia parroquial, de factura moderna, esconde un entramado de calles flanqueadas por casas bajas entre las que destaca la masía de Can Rigalt, un espectacular edificio recuperado para el municipio y que estaba situado en el Camí Ral.

Otro de los símbolos de la ciudad es el arco gótico que antaño perteneció a un convento carmelita derruido en 1874 y que hoy, solitario, sigue en pie en medio de dos ramales de autopista.

Dos vistas imprescindibles: la primera, al refugio antiaéreo de la guerra Civil, uno de los 30 que tuvo la ciudad, que ha sido convertido en museo, y la segunda al Museu d’Història de la Immigració. Este último se halla en la masía de Can Serra y alberga una sala de exposiciones temporales, la sala de documentación y el vagón de tren el Sevillano, todo ello dedicado a explicar las grandes oleadas migratorias de los años 50 y 60 del s. XX que cambiaron la vida de Sant Adrià.

Este municipio del Besòs ha recuperado en las últimas décadas parte de su litoral con el Parc de la Pau y el Parc del Besòs, y en el horizonte siguen destacando las tres chimeneas de la central térmica, que forman parte del skyline de la costa barcelonesa.

Contacto