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Sant Miquel de Balansat

Un billete con destino al pasado

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La colina del Puig de Missa y, en su cima, la Iglesia de San Miguel, del siglo XIV-XV y una de las más antiguas de Ibiza, presiden la vida diaria de Sant Miquel de Balansat, un pueblo que, aunque ha crecido con el desarrollo del turismo, garantiza paz y reposo a quien lo visite. Hay un lugar, en particular, en el que el tiempo se ha detenido. Es el Estanco Can Xico de Sa Torre. Se trata de un bar-estanco ubicado al lado de la iglesia que ha sabido conservar su personalidad a lo largo de los años sin sucumbir a las modas del nuevo diseño y el interiorismo minimalista.

Cruzar el umbral de este establecimiento es sacar un billete con destino al pasado. Barras, mesas, sillas, suelo y decoración son genuinas de otros tiempos. No necesita apuntarse a la moda 'revival' porque el lugar, en sí mismo, es un encantador templo 'vintage' en el que se puede degustar un extraordinario licor de hierbas. Sant Miquel de Balansat dispone en sus alrededores de interesantes edificaciones, como la torre defensiva de Balansat y la Cueva de Can Marçà, con más de 100.000 años de antigüedad. Ambos elementos se encuentran en el Port de Sant Miquel, a menos de cuatro kilómetros del pueblo, que depende administrativamente del Ayuntamiento de San Juan de Labritja.