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Santa Gertrudis de Fruitera

Un tranquilo paseo bohemio por la Ibiza más relajada

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Para disfrutar de una Ibiza diferente a la que se refleja habitualmente, Santa Gertrudis de Fruitera es un mirador privilegiado. Perteneciente al municipio de Santa Eulalia del Río, se construyó alrededor de su iglesia, que hoy, casi trescientos años después, sigue siendo el centro de la vida del pueblo. Hasta su amplia plaza llegan las calles peatonales y en ella visitantes y locales se sientan en las terrazas para pasar una noche tranquila.

La Iglesia de Santa Gertrudis, siglo XVIII, es, como casi todas las de la isla, de un blanco imponente, con una particularidad: una franja gris, abajo, y otra amarilla, arriba, alivian ese encalado riguroso que se impone en los templos baleares. Su espadaña es la más grande de la isla.

Santa Gertrudis de Fruitera se ha convertido en los últimos años en un pueblo un tanto bohemio, cuyo auge viene por los locales de artesanía y bares asolerados que atraen a un público que gusta de disfrutar despacio de los placeres de una Ibiza tranquila, de corte, si se quiere, un poco más rural. Alrededor del pueblo hay una extensa red de caminos sin asfaltar que permiten disfrutar de paseos por las arboledas que lo rodean.

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