{{title}}
{{buttonText}}
1 /

Viana

Tumba de César Borgia, obligada parada en el Camino

Compartir

Un grupo de peregrinos se detiene ante las escaleras del albergue de la Parroquia de Santa María, en Viana. El camino se ha hecho duro. Casi interminable. Pero sonríen aliviados. Es la última ciudad navarra de la ruta jacobea, lugar para descansar unas horas antes de reemprender la marcha a Santiago de Compostela. Y aunque el cansancio ya hace mella, conviene pasear un poco más por este municipio, rodeado de una muralla medieval que sirvió como baluarte defensivo durante la Edad Media. Hubo aquí seis hospitales para peregrinos de los que aún se conservan algunos vestigios. Lo que nuestros cansados protagonistas han visto al llegar les ha agradado: la fuente que los recibió al entrar por la N-111, la calle del Cristo, la de la Pila, el portal de la Trinidad, el Balcón de Toros en la pintoresca plaza del Coso o la impresionante Iglesia renacentista de Santa María ante la que ahora están. Pero ha sabido a poco. Hay aquí también antiguos palacios, casa solariegas, la Iglesia de San Pedro y la Casa de Cultura que merecen un postrero esfuerzo antes de ir a reposar. También en Viana podemos rastrear los últimos pasos de un personaje mítico del Renacimiento como César Borgia, inspiración de Maquiavelo para escribir su conocida obra 'El Príncipe'. Después del esfuerzo, nada más reconfortante que una sopa de ajo, plato que revive al peregrino más agotado, o una ensalada de espárragos de Navarra, bien aliñada y acompañada por una buena copa de vino de la tierra. 

Contacto