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Villaverde de Guadalimar

Donde nace el río Mundo

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Sólo cinco kilómetros separan el casco urbano de Villaverde de Guadalimar de la cruz de El Pernales, en el paraje del Prado de la Rosinda. Es el lugar en el que fue abatido el último bandolero español de renombre, Francisco de Paula José Ríos González. Su leyenda narra que robaba a los ricos para dar de comer a los pobres, cual Robin Hood andaluz. Junto a él murió también el Niño del Arahal. La casualidad lo llevó a Villaverde de Guadalimar, que no es un municipio célebre solo por la efeméride. En tiempos jugó un importante papel en la colonización del Nuevo Mundo, aportando un continuo chorreón de colonos.

El Convento de San Francisco (siglo XV), fundado por Pedro Manrique, segundo Conde de Paredes de Nava, dominaba la zona y buena parte de su administración. Hoy quedan unas pocas ruinas, puesto que sus piedras fueron utilizadas para construir calles y escuelas. Hay parajes majestuosos como Los Picarazos, curiosa formación geológica, al pie del Pico de la Sarga. El enclave de Villaverde en general está lleno de colinas y simas, vertiéndolas a la Cueva de los Chorros, donde tiene su nacimiento el Río Mundo en una cascada de más de 200 metros de altura.