Casco histórico de Hellín

Hellín, Albacete

Qué ver

La arquitectura popular, con casas humildes y sencillas de cal, hablan de un pasado medieval a los pies del cerro donde se erigía un castillo almohade que dibujó la estructura de la ciudad. Viviendas populares, a las que se acceden por escalinatas, que se codean con casas aristocráticas y burguesas en calles estrechas, laberínticas y empinadas que son las señas de identidad del casco viejo de Hellín, declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico.

Por su trazado entraremos en un túnel del tiempo. La antigua plaza Real, del siglo XIII, es ahora la plaza de la Iglesia, punto de encuentro antes y ahora para conocer la antigua Medina árabe. En esta plaza, pasando por debajo del arco del Salvador, encontramos la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo gótico y renacentista, mirando de frente al modernista Ayuntamiento. Al lado de su puerta principal se encuentra la calle más emblemática del centro, el Rabal, donde el segundo domingo de mes se celebra un mercadillo artesanal. A su espalda, la cuesta de los Caños nos muestra la casa Macanaz, del siglo XVII, llena de ventanas protegidas por rejas. A la derecha, la calle Bernales nos indica que entramos en la judería, desde la que, por un empinado tramo, se accede a la ermita de San Rafael. Una nueva escalinata nos conduce a la ermita del siglo XVIII de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Hellín. Desde la explanada exterior de esta ermita, situada en un cerro, hay un mirador del que se dice ofrece los mejores atardeceres sobre Hellín. Bajando la escalinata encontramos el callejón del Beso, en su interior está la casa Mascuñán en la que se dice que durmió Carlos I. En el exterior de lo que aún queda de las murallas que protegían el castillo se encuentra el convento de los Franciscanos, del siglo XVI, en cuyo interior se encuentra un impresionante coro.
Aproveche la visita al casco histórico para probar la rica gastronomía de Hellín y comprar algunos de sus productos más afamados: caramelos, vino, aceite y arroz bomba. La artesanía local de esparto, cerámica azul y tambores le harán pararse ante uno de los numerosos escaparates de las tiendas.